domingo, 30 de marzo de 2014

PLAN PARA SALVAGUARDAR LOS RECURSOS HÍDRICOS DE EUROPA

El 14 de noviembre de 2012 la comisión europea comunicaba al Parlamento y al Consejo una plan para salvaguardar los recursos hídricos de Europa. Este plan, llamado Blueprint, es un documento de apenas 29 páginas. En él la Comisión propone un objetivo a largo plazo,salvaguardar los recursos hídricos de Europa, para ello debemos conseguir que todas las actividades que afectan a los recursos hídricos sean sostenibles a fin de asegurar la disponibilidad de agua de buena calidad cuya utilización sea sostenible y equitativa.

Cuando por primera vez veo el documento  y leo este objetivo, lo primero que pienso es, ¿que aporta el Plan con respecto a la DMA? y por otro lado  ¿que obligatoriedad tiene?, ¿es sólo un documento de trabajo?.

Con respecto al primer interrogante, el Plan comienza hablando de su justificación y creo que el fundamento del mismo está interrelacionado con el hecho de que  la transposición de la DMA  por los estados miembros, ha puesto de manifiesto hasta que punto "el agua" no es algo aislado e independiente; su regulación afecta y se ve afectada por la ordenación del territorio, las políticas agrícolas y a la financiación. Se trata de preservar la calidad del agua pero para ello hay que influir en todas las actividades que interfieren en la misma. Al mismo tiempo no podemos olvidar que  se trata de preservar su calidad pero no su uso, el agua es un recurso con un valor económico que influye en la economía y como tal la gestión de su utilización ha de ser eficiente y sostenible; una manifestación de esta eficiencia son los principios de recuperación de costes y de que quien contamina paga. Principios que deben aplicarse a todos los servicios relacionados con el agua.
Esta política de precios del agua a la que el Blueprint se dedica con especial atención, entronca directamente con la aplicación de la DMA ya que la fecha límite para la introducción de políticas de precios de agua era 2010.
Más allá de esta justificación me produce mucho interés el párrafo que la comisión intercala en el documento y que transcribo: Aunque el objetivo del Plan no es nuevo, es la primera vez que se ha dispuesto de tanta información sobre la situación de los recursos hídricos en todo el continente, particularmente gracias a la elaboración de los planes hidrológicos de cuenca en el contexto de la DMA y a las evaluaciones mencionadas anteriormente.

Es aquí donde entiendo radica el motivo del documento creo que las autenticas dimensiones del problema del agua se han puesto ahora de manifiesto. Europa no sabía la entidad de los   problemas a los que se enfrentaba y el horizonte temporal que se marcaba para conseguir el buen estado ecológico en 2015 necesita un adjetivo distinto al de  "extremadamente ambicioso". En algún momento del documento se dice: "este plazo se va acercando", y sin embargo las perspectivas son que este objetivo no se alcanzará más que en poco más de la mitad de las aguas de la UE, el 53% de las masas de agua. Si tenemos en cuenta que según el propio Plan actualmente (en 2012) aproximadamente el 43% de las masas alcanzaban un buen estado medioambiental, los resultados no son extraordinarios.

En 19  Estados miembros la presión más extendida y que afecta al estado medioambiental se deriva de las alteraciones sufridas por la masas de agua como consecuencia de las presas para centrales hidroeléctricas y la navegación, drenaje de suelos con fines agrícolas construcción de diques de protección contar inundaciones. Parece que dice que estos son los problemas más importantes comunes a estos 19 países, pero a continuación continúa desarrollando problemas tales como: El estado químico y la contaminación de las aguas; La escasez del recurso, que nos lleva al tema de la eficiencia y esta sólo puede conseguirse a través de políticas de tarifación  y contabilidad del agua; La necesidad del medio acuático para adaptarse al cambio climático mejorando su resistencia; Gestión de catástrofes naturales y fenómenos excepcionales como sequías o inundaciones.

Esperemos que ahora que aparentemente los problemas están planteados, sean capaces de afrontarlos. De momento sólo hay un elenco propuesto de medidas, plazos y  una serie de agentes implicados.
Cuando lees estos problemas surge la duda de si verdaderamente son comunes a todos los países miembros. El plan por un lado destaca que los ciclos hidrológicos están tan interconectados que la utilización del suelo en un país puede afectar las precipitaciones más allá de sus fronteras; sin embargo al mismo tiempo reconoce que el medio acuático varía en la UE por lo que no puede proponerse una única solución para todas las situaciones. Con el desarrollo de la DMA se ve que es insuficiente, que existen otros problemas más acuciantes que la DMA no ha contemplado y deben abordarse antes. ¿Es esto todo? parece que lejos de introducir claridad después de lo avanzado ya con la directiva del agua, este documento sigue siendo tan abstracto, genérico y confuso como su antecesora (la directiva). ¿Llegan en Europa a comprender la amplitud de temas que están tocando? ¿o están dado palos de ciego al no ser capaces de asimilar toda la información recibida a través de la directiva?

En el caso concreto de España, esta lleva mucho tiempo sufriendo la gestión del uso del agua y la escasez de recursos hídricos. Con una mitad del país húmeda y otra seca se ha enfrentado  tanto a situaciones de inundaciones como de extrema sequía y al reto de trasvasar agua desde la parte húmeda a la seca. ¿Seremos capaces de dar respuesta a toda esta burocracia que pide Europa sin dejar de hacer lo que en la práctica es importante y ya veníamos haciendo, sin volver a liarnos y retrasarnos como nos ha ocurrido con los Planes Hidrológicos?

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