lunes, 24 de junio de 2013

PELÍCULA: EL INOCENTE

Las películas de abogados son casi un género dentro del  cine. Yo cuando veo películas de medicina forense pienso si las cosas que cuentan serán así.
Pues bueno, en las películas de abogados al ser la  mayoría  estadounidenses,  el sistema de derecho es de tipo anglosajón que se diferencia del derecho europeo  en  que en el sistema de fuentes prima la jurisprudencia sobre  las leyes. Además en nuestro derecho el sistema de Tribunal de  jurado  es sólo para determinados delitos previstos en la Ley  orgánica del Tribunal del jurado de 1995.
El sistema de jurado condiciona mucho la actitud de los abogados o más bien su actuación en juicio. Lograr la convicción de un jurado formado por personas sin conocimientos jurídicos, es muy diferente de lograr la convicción únicamente del juzgador. Pero dejando esta cuestión al margen el derecho, es derecho aquí, y en cualquier parte.
Pero vamos a la película en si misma, que me ha llamado la atención por lo que llamamos deontología o código deontológico. La deontología es una parte de la ética que trata de los deberes y cuando una profesión reúne un conjunto de deberes y se compromete a seguirlos se convierte en código deontológico.
El Código deontológico de nuestra profesión   fue aprobado en el Pleno de 27 de noviembre de 2002, adaptado al nuevo Estatuto General de la Abogacía Española, aprobado por Real Decreto 658/2001, de 22 de junio. Nuestro protagonista incumple el código deontológico español en varios puntos, y estoy segura que el suyo, pero lo que más me ha interesado de la película es como intenta justificar algo especialmente denostado por las personas ajenas a la profesión ¿cómo alguien pueda defender a un culpable?.


Curiosamente este abogado que parece temer a los inocentes se siente más cómodo y seguro defendiendo a clientes "culpables" entre comillas y esto ciertamente no le convierte en popular. 
Su ex mujer, fiscal, en un momento de la película lo acusa de esto  mismo cuando dice: " yo limpio la basura de las calles y tu los dejas libres". Parece pensar que los abogados deberían defender únicamente a los inocentes, olvidando que el Ministerio Fiscal defiende la legalidad y ésta, no siempre está al lado del inocente (aunque la película, ninguna en general,  tampoco deja especialmente en buen lugar  a los fiscales, otro día hablamos de ellos)
Lo que en un principio parece sencillo no lo es tanto, qué pasaría  con el procedimiento en si mismo si les damos a los abogados la capacidad de decidir desde un primer momento  quien es culpable o inocente rechazando así, a aquellos "que no sean merecedores" de la asistencia letrada, ¿no los estaríamos  convirtiendo en juzgadores o peor aún en prejuzgadores?.
Por el contrario los abogados, en su día a día, lejos de hacer esto, cual forenses armados con sus escalpelos, desentrañan las circunstancias del hecho y lo subsumen en la norma buscando la pena y  los resquicios en los que la legalidad ha fallado; porque si el procedimiento está viciado no es bueno ni para un culpable ni para un inocente, y nos encanta recitar el famoso dogma elevado a principio general del derecho que la igualdad en la ley es para todos pero luego......
Casi como moraleja  nuestro protagonista que parece no seguir el código deontológico a pies juntillas, si tiene su propio concepto del deber y lo que no es capaz de permitir es que un no culpable o inocente esté en la cárcel por un crimen que no ha cometido. 
Al comienzo de la película el abogado  le dice a un investigador independiente "que a su padre nada le asustaba más que un inocente, porque si la fastidias nunca te lo podrás perdonar" (sigue así el principio de que es más deseable que haya miles de culpables en la libertad a que un solo inocente esté privado de ella).
Bueno, me imagino que casi todos ya la habéis visto pero  cuanto menos la película te  incita a la reflexión y el protagonista,  un particular Robin Hood de traficantes y de más sujetos que viven directa o indirectamente del delito, te hace pensar hasta donde estas dispuesto a llegar por defender a nuestros cliente, que en la justicia no todo es blanco o negro y que lo abogados y fiscales  no somos tan malos....

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