lunes, 17 de junio de 2013

CHARLAS DE CAFÉ CON BASE JURÍDICA


Hola, mi nombre es Silvia, soy abogada y  estoy en el paro. Me ha costado confesar esto pero después de más de seis meses estoy preparada para decirlo. Estoy en el paro.
Trabajaba en una gran empresa y formaba parte de un equipo de abogados del que me siento orgullosa. Llegué a la empresa tras un calvario de 8 años de preparación para la carrera judicial; y yo, que estaba acostumbrada a trabajar sola y a considerar a todo el mundo el enemigo, aprendí a trabajar en equipo. Al principio tímidamente y con desconfianza, por el grupo pasaron algunos más y me convertí en veterana. Ayudé a integrarse a nuevas personas en el equipo (como antes me ayudaron a mi) y al mismo tiempo que comprendí el valor del grupo, probé las mieles del liderazgo. Me gustaba esa sensación de que sin perder tu independencia y la competitividad... el grupo generaba seguridad y confianza; sabes que puedes contar con ellos para ciertas cosas y volcarte sólo en tu trabajo. Me veía  como esos marines de las películas americanas que sienten  que alguien les cubre las espaldas, pero al mismo tiempo no dejan de estar alertas a todo lo que ocurre


Después llego el despido, la decepción y llevo seis meses  casi desconectada de una de las cosas que más me gusta, el derecho y ya no puedo más, lo echo de menos.


Sin embargo, mientras lo profesional hacía aguas, he estado viviendo una época bastante dulce en lo personal, época en la que he retomado las riendas de mi vida y de mi familia; ya no soy una madre-mujer-hija haciendo equilibrios en una delgada cuerda. Ahora llego a todo, bueno a casi todo (todo es imposible sería una diosa), y ahora es el momento de mirar hacia esa tenue luz que se vislumbra en un rincón  de mi corazón, mi vida profesional.
Nadie me ha contratado aún, pero para  trabajar no hace falta un contrato sino ganas de hacerlo, y yo ganas, tengo muchas.
Una de las cosas de las que el desempleo con su guadaña me ha privado es de las charlas del café de la mañana con mis compañeros. Los abogad@s, en esto somos un poco frikis, lo primero que hacemos al encender el ordenador es mirar el BOE y alguna que otra página jurídica y eso ya generaba siempre un animado debate, sumamente enriquecedor, echo mucho de menos eso, ¡chicos!, y eso me dio la idea del blog.
Bueno eso, y que mi hijo ve la serie de mi perro tiene un blog, y si él puede yo también.
¿Mi motivación?, me encanta el derecho, casi cualquier especialidad y  ¿por qué no puedo ahora, en la distancia, seguir manteniendo esa charla jurídica con mis antiguos y mis nuevos compañeros?; necesito que el engranaje siga funcionado mantenerme al día para que cuándo sea el día, esté jurídicamente en plena forma.

 Por vosotros chicos por  los viejos y por los nuevos amigos.

Agradezco a la revista TELVA del mes de junio de 2013 por darme un empujón, ayudó mucho en mi decisión una frase que encontré en la misma del  fantástico  artículo del Alfonso Alcántara , El Coach 2.0 :Una persona SIN BLOG ES UN SIN TECHO DIGITAL. Si estás en internet las empresas, pueden comprobar cómo trabajas, que dominas las tecnologías , cual es tu red de contactos y tu nivel de creatividad.

3 comentarios:

  1. Pues uno de tus viejos amigos te va a seguir a partir de ahora. Y queda mejor veteranos que viejos

    ResponderEliminar
  2. Esto tampoco es nuevo, siento disentir pero he consultado en la RAE y define viejo como que no es reciente ni nuevo; sin embargo veterano,referido a una persona, es de edad madura.Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Acepto la invitación de café con derecho, si mis "equilibrios en la delgada cuerda" me lo permiten. Saludos.

    ResponderEliminar